La Iglesia católica celebró el Mes del Corazón de Jesús

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Durante la tarde del sábado 1 de julio, los fieles y devotos de las comunidades que integran la jurisdicción parroquial, junto con su párroco, el padre Salvador Acevedo, participaron de la procesión, que partió de la capilla San Cayetano. Desde este punto se encaminaron por calle 1 de Mayo, rezando, cantando, mientras los chicos de la catequesis agitaban globos rojos, amarillos y blancos, poniéndole color  y alegría a la jornada sabatina.

El sonido de las campanas y los acordes de la Banda de Música de la Policía de la Provincia anunciaron el arribo al templo ubicado enfrente de la plaza 25 de Agosto. Ante la imagen del Sagrado Corazón de Jesús se entonaron las estrofas del Himno Nacional Argentino encomendando nuestra Patria al Sagrado Corazón de Jesús, y luego el Himno a Catamarca. En el interior del templo se celebró la Santa Misa presidida por el obispo diocesano, Mons. Luis Urbanc, quien en su homilía reflexionó acerca de la Palabra de Dios proclamada, indicado que en el evangelio de Mateo “Jesús les da unas consignas muy precisas a los apóstoles y también a todos los bautizados, porque todos participamos de la misión de anunciar el Reino en el mundo… Jesús dice que tenemos que amarlo a Dios por encima de los afectos más cercanos y por encima del aprecio por la propia vida. Y después pone la mirada en aquellos que van a recibir a los apóstoles: ‘El que los reciba a ustedes, me recibe a mí y a Aquél que me ha enviado’”, y no quedará sin recompensa. Sobre este último aspecto hizo referencia a la primera lectura del Libro de los Reyes que narra la historia de Eliseo, donde “vemos a una mujer sunamita que acoge a este profeta en su casa… Ella y su esposo no tenían hijos y el profeta le dice: ‘El año que viene en esta misma fecha vas a tener un hijo en tus brazos’”. Esto significa que “no queda sin recompensa aquél que hace un bien al otro”.

Hacia el final rogó: “Que el Sagrado Corazón de Jesús escuche tantas súplicas que llevamos en nuestro corazón, pero sobre todo que sepamos amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como Jesús nos ama a nosotros”.

Antes de la bendición final, el padre Acevedo agradeció “a Jesús que nos dio la posibilidad de manifestar nuestra fe y amor, y por todas las bendiciones que nos ha concedido en este mes; al señor Obispo que ha venido a compartir esta Eucaristía; a todas las comunidades que se han preparado para recibir la imagen del Patrono y a quienes hicieron posible las celebraciones de este mes”.También agradeció a Tránsito Municipal, a la Banda de Música de la Policía de la Provincia y a quienes colaboraron para la realización de los actos del último día. Asimismo destacó la presencia de los chicos de la catequesis y los padres de Bajo Hondo, a pesar de la distancia y las dificultades para llegar, y les agradeció su testimonio de fe.

Culminados los actos litúrgicos, los presentes disfrutaron de la retreta ofrecida por la Banda de Música de la Policía de la Provincia, y de un chocolate caliente con bollitos.