Aunque en campaña prometió que el ajuste recaería sobre «la casta», lo cierto es que el impacto de las políticas de Javier Milei están recayendo principalmente sobre jubilados y trabajadores.
Javier Milei llegó a la Casa Rosada con la promesa de aplicar un fuerte ajuste sobre «la casta». Lo cierto es que desde el 10 de diciembre pasado las políticas que viene impulsando el mandatario recayeron principalmente sobre las espaldas de los trabajadores, jubilados y los sectores más postergados.
Pero el sector más afectado, y por lejos, fueron precisamente los jubilados. Ahora el Gobierno informó que sigue adelante con la auditoría que comenzó a principio de año en el PAMI y, en este marco, aplicó una vez más su «plan motosierra» de modo de seguir adelante con su ajuste.
Desde diciembre, la dirección ejecutiva de PAMI recortó 90 mil millones de pesos en lo que denominó gastos políticos. En consonancia con esto se eliminaron 75% de las secretarías, 33% de las gerencias y subgerencias y 100% de las coordinaciones locales.
Según el Gobierno, en marzo del año pasado PAMI registró un déficit de 6 mil millones de pesos y en mayo también volvió a registrar un déficit por otros 6 mil millones de pesos. Pero desde el mes de septiembre el déficit del organismo se multiplicó por 8, llegando a los 51 mil millones de pesos.
«Esa tendencia se incrementó conforme avanzó el año y la campaña presidencial de Sergio Massa. De hecho, en noviembre, el déficit fue de 92 mil millones de pesos», consignó el informe oficial.
«En el marco de este profundo relevamiento, también se evidenció la venta de recetas truchas por parte de algunos profesionales que se aprovechaban de la falta de rigurosidad del sistema. Cada receta trucha que se emitió es un medicamento que no llegó a un afiliado. PAMI también sufrió un hackeo del sistema informático que dejó servida en bandeja una base de datos personales de más de 5 millones de afiliados. Datos de jubilados que, por supuesto, quedaron a merced de ser víctimas de estafas telefónicas», señalaron.
“Pami es un paciente que está en una situación crítica”, sentenció el director ejecutivo de la obra social, Esteban Leguízamo. Frente a esta situación, las autoridades de PAMI decidieron avanzar con la simplificación de la estructura organizativa y se redujo casi en un 50% los rangos jerárquicos.
Por otro lado, se pusieron bajo revisión obras de infraestructura de salud, reformas y modificaciones hasta ser debidamente auditadas. Esto representa un ahorro de 90 mil millones de pesos que permitió sostener las prestaciones del Instituto. No obstante, los números indican que estas acciones no fueron suficientes y es imperativo continuar abordando este asunto de manera inmediata.
“Quiero transmitirles la seguridad de que, desde el equipo de PAMI, estamos trabajando arduamente para revertir esta situación y poder garantizar las prestaciones que cada uno de ustedes necesita a pesar de la situación con la que nos encontramos”, afirmó Leguízamo dirigiéndose a los afiliados. “Tengan la tranquilidad de que esta gestión pone la eficiencia al servicio de la salud, cuidando sus recursos y brindando a todos sus afiliados la atención de calidad que se merecen”, agregó el funcionario.