El viaje de la flotilla Sumud Global hacia Gaza entró en sus horas más críticas. Medio centenar de embarcaciones de distintos países se encuentran este miércoles a 100 millas de su destino, donde tiene previsto llevar ayuda humanitaria. Israel se opone y lanzó un ultimátum: advirtió que tratará como terroristas a los tripulantes.

A bordo de dos embarcaciones, de las 20 que integran la comitiva humanitaria, se encuentran dos argentinos: la legisladora porteña Celeste Fierro y el diputado cordobés Ezequiel Peressini, ambos dirigentes de izquierda.
«La alerta vuelve a ser máxima, los barcos luego de retirarse han vuelvo a acercarse y estamos literalmente rodeados por las embarcaciones de Israel, que incluso hay interceptado nuestras señales de Internet y radio», advirtió Peressini en un video.
«Anoche recibimos un amedrentamiento muy agresivo por parte de la armada de Israel. Han rodeado nuestro barco con una fragata militar, un submarino y dos lanchas de acción rápida. De esta manera ensayaron la inminente intercepción, detención y secuestro de las y los participantes de la Flotilla Global Sumud. Llamamos a la mayor movilización mundial y exigimos protección para las y los navegantes», contó a Clarín el dirigente de Izquierda Socialista.
Las embarcaciones se encuentran a tan solo 100 millas marítimas de Gaza con el objetivo de cumplir con la «acción humanitaria, legal y pacífica para llevar ayuda humanitaria» y romper el cerco de Israel.
«Esta es una acción ilegal de Israel en aguas internacionales internacionales y repudiamos que la realice ante la complicidad de los gobiernos del mundo que son cómplices del genocidio. Las fragata italianas y turcas nos han abandonado y la fragata que prometió Sanchez nunca llegó, demostrando la cobardía diplomática de los gobiernos cómplices del genocidio. Sus manos también están manchadas con sangre», agregó el legislador provincial de Córdoba.
Seguimos navegando rumbo a Gaza.
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El ministro de Seguridad Nacional israelí, Itamar Ben-Gvir, presentó al gobierno un plan para detener la Flotilla Global Sumud que prevé la retención de todos los navegantes en detención prolongada en cárceles de máxima seguridad.
Según el plan israelí, todos los activistas arrestados serán retenidos en detención prolongada en las cárceles israelíes de Ketziot y Damon, utilizadas para recluir a terroristas en condiciones rigurosas, típicamente reservadas para presos de alta seguridad.
«No permitiremos que quienes apoyan el terrorismo vivan con comodidad», declaró Ben-Gvir, según citó el periódico Jerusalem Post.
Italia envió dos naves de guerra para proteger los barcos de la flotilla y evitar un choque con Israel. También España envió una nave militar. Pero ambos gobiernos europeos decidieron retirar las embarcaciones de la escolta de la flotilla, según relataron los argentinos que continúan con la navegación rumbo a Gaza.